Completa paz
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”.
Isaías 26:3-4
La paz no depende de las circunstancias externas, sino de una relación interna con Dios. La paz es parte del fruto del espíritu.
Cuando centramos nuestros pensamientos en el Señor —meditando en Su Palabra, confiando en Sus promesas, y orando— encontramos una paz verdadera y duradera que sobrepasa todo entendimiento.
La mente necesita entrenarse constantemente para volver a Dios. No es automático, es una decisión diaria. En lugar de dejar que la preocupación, el temor o las dudas dominen nuestra mente, debemos dirigir deliberadamente nuestros pensamientos hacia Dios y Sus verdades. Llevar y hacer cautivos todos nuestros pensamientos a la obediencia de Dios.
No basta confiar en Dios solo en tiempos difíciles; debemos confiar en Él siempre. La confianza constante fortalece el alma y su constancia continua en Dios nos da estabilidad emocional, espiritual y mental, aun cuando todo a nuestro alrededor cambia.
Todo poder humano es limitado y pasajero, pero el poder de Dios es eterno e inquebrantable—Su poder es inmutable. Cuando sentimos debilidad o inseguridad, podemos recordar que nuestro Dios es una Roca eterna, en Quien podemos descansar y apoyarnos sin temor.
Cuando el caos de la vida nos rodea, Dios ofrece una paz completa, no parcial, para aquellos que mantienen su mente fija en Él. La clave no es controlar las circunstancias, sino confiar en Aquel que las controla. La paz no se encuentra escapando del mundo, sino anclándonos en Dios.
Hoy, usted puede decidir perseverar en la confianza en el Señor, porque en el Señor está nuestra fuerza para siempre.
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Leer: Isaías 23-27 y Proverbios 18
¿Qué sucesos mencionados en Isaías 27 hacen referencia al Apocalipsis?