La obediencia inmediata

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.

Jonás 1:2–3


El libro de Jonás nos presenta un relato poderoso sobre la soberanía de Dios y las consecuencias de desobedecer Su llamado. Jonás, un profeta de Israel, recibió una instrucción clara: “Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella” (Jonás 1:2). Sin embargo, en lugar de obedecer, Jonás huyó hacia Tarsis, pensando que podía escapar de la presencia de Dios. Su desobediencia lo llevó a enfrentar una tormenta, ser tragado por un gran pez y experimentar un profundo quebrantamiento. ¿No habría sido más fácil para Jonás obedecer desde el principio?


La historia de Jonás ilustra una verdad espiritual: obedecer a Dios de inmediato nos ahorra dolor y nos alinea con Su propósito. Cuando Jonás finalmente predicó en Nínive, los habitantes se arrepintieron, y Dios mostró misericordia (Jonás 3:5-10). Pero el camino hacia esa victoria estuvo lleno de dificultades que pudieron evitarse. Cada paso que Jonás dio lejos de Dios lo llevó a mayor angustia, mientras que su obediencia trajo bendición no solo para él, sino para una ciudad entera.


Un ejemplo moderno de esta lección es la vida de William Carey, el misionero del siglo XVIII. Carey sintió el llamado de Dios para ir a la India, pero enfrentó oposición de su comunidad, quien consideraba la misión innecesaria. En lugar de huir como Jonás, Carey obedeció, perseverando a pesar de las dificultades. Su trabajo resultó en la traducción de la Biblia a varios idiomas y en un impacto eterno para el reino de Dios. Si Carey hubiera demorado, ¿cuántas almas se habrían perdido?


¿Está usted escuchando el llamado de Dios? Tal vez Él le pide orar por alguien, servir en su iglesia o compartir el evangelio. La desobediencia, como la de Jonás, puede parecer una salida fácil, pero siempre lleva a tormentas. En cambio, obedecer de inmediato, aunque requiera sacrificio, trae paz y fruto eterno. ¿Qué “Nínive” le está llamando Dios a enfrentar? No huya. Levántese, confíe en Su gracia y obedezca. Como Jonás aprendió, y como Carey demostró, la obediencia inmediata no solo transforma su vida, sino también la de otros.


Video de hoy: https://youtu.be/YZwxhgD301A


Leer Jonás 1-4, Proverbios 7

¿Cómo funciona el método que usaron para identificar la persona que causó la gran tormenta?