Segando torbellinos

“Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán”.

Oseas 8:7


En el libro de Oseas, Dios habla a través de Su profeta para confrontar la infidelidad de Israel. El pueblo había abandonado la adoración al único Dios verdadero para seguir ídolos, figuras sin vida en las que depositaron su confianza, buscando en ellas seguridad y prosperidad. Oseas 8–14 ilustra vívidamente las consecuencias de colocar cualquier cosa por encima de Dios, revelando tanto Su juicio justo como Su anhelo de que Su pueblo regrese a Él.


Oseas 8:7 presenta una imagen impactante: “Porque sembraron viento, y torbellino segarán.” La búsqueda de ídolos por parte de Israel —ya sea riqueza, poder o dioses falsos— fue como sembrar semillas en el viento. Sus esfuerzos fueron vacíos, fugaces y, en última instancia, destructivos. En lugar de cosechar bendiciones, enfrentaron caos y pérdida, ya que sus prioridades mal encaminadas llevaron a la esterilidad espiritual y la ruina nacional. Este versículo le recuerda que lo que usted prioriza moldea su vida. Cuando coloca algo por encima de Dios, siembra semillas que no pueden producir fruto duradero.


A lo largo de Oseas 8–14, Dios lamenta la idolatría y la rebelión de Israel. Confiaron en alianzas con naciones extranjeras (Oseas 8:9–10) y dependieron de su propia fuerza (Oseas 10:13), pero estas búsquedas los dejaron vulnerables y quebrantados. Sin embargo, incluso en el juicio, el corazón de Dios por Su pueblo resplandece. En Oseas 11:8–9, Él declara Su compasión, no dispuesto a abandonarlos por completo. Esta tensión entre juicio y misericordia muestra que la disciplina de Dios está destinada a llevarlo de regreso a Él.


¿Qué ídolos podría estar usted sembrando hoy? Tal vez sea la búsqueda de éxito, comodidad o aprobación lo que ocupa el lugar que le corresponde a Dios en su corazón. Como Israel, es posible que no vea las consecuencias de inmediato, pero las prioridades mal encaminadas conducen al vacío espiritual. Oseas 14:1–2 lo llama a regresar al Señor, confesando sus pecados y ofreciendo alabanza con labios que reconocen Su nombre. Cuando pone a Dios en primer lugar, siembra semillas de justicia que producen una cosecha de paz y restauración (Oseas 10:12).


Examine su Corazón: Reflexione sobre sus prioridades. ¿Hay algo —trabajo, relaciones o ambiciones personales— que haya colocado por encima de Dios?


Arrepiéntase y Regrese: Como Israel, usted está llamado a volver a Dios. Confiese cualquier ídolo y pídale que realinee su corazón con el Suyo.


Siembre Justicia: Comprométase con prácticas diarias como la oración, la lectura de las Escrituras y la adoración que mantengan a Dios en primer lugar en su vida.



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Leer: Oseas 8-14; Proverbios 21

¿Qué pasos prácticos puede tomar usted hoy para “sembrar en justicia” y priorizar a Dios en su vida?