El propósito del Espíritu Santo

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Juan 16:13-15

Hoy en día hay mucha confusión y falsas enseñanzas sobre el propósito y el papel del Espíritu Santo en la vida de un cristiano. Pero Jesús enseñó claramente Su propósito: guiar nuestras vidas de tal manera que glorifiquemos a Jesús. El Espíritu Santo no es enviado para que more en nosotros para que prestemos atención a nosotros mismos, sino para que enfoquemos nuestra atención en Jesucristo. Ninguna exposición de lo que a veces se hace pasar como el poder del Espíritu Santo es genuina. Si el Espíritu Santo está obrando, Jesús será exaltado en lugar de nosotros.

Cuando estamos llenos del Espíritu Santo y caminamos en Él y somos guiados por Él, ¿qué sucede? Estar llenos del Espíritu no significa que estemos exentos de luchas con el diablo. De hecho, su poder puede ponernos en conflicto directo con Satanás. De hecho, esto es exactamente lo que sucedió en la vida de Cristo: “Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4:1). No fue evitando a Satanás sino derrotándolo que Jesús lleno del Espíritu fue exaltado. ¿Y cómo Cristo, lleno del Espíritu, derrotó a Satanás? Usó la Palabra de Dios. Cada vez que el diablo le tentaba, Él respondía: "Escrito está ..." y luego citaba las Escrituras para contrarrestar la tentación de Satanás. 

Principio del evangelio para ser edificado: El Espíritu Santo siempre lo guiará a glorificar a Cristo al vencer la tentación a través del poder de la Palabra de Dios.

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