Haciendo las cosas correctamente

Y lloraron y lamentaron y ayunaron hasta la noche, por Saúl y por Jonatán su hijo, por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, porque habían caído a filo de espada.

2 Samuel 1:12


Dios tiene un orden para todo—Sus tiempos son los mejores. Pero una cosa que es muy obvia para mí sobre David, es porque tuvo el corazón de Dios en su manera de esperar los tiempo de Dios con paciencia, respeto y humildad. 


David ya fue ungido. David ya sabía que iba a ser el Rey de Israel. David ya tenía la mano de Dios en su vida y Saúl no. David estaba siendo perseguido por Saúl por mucho tiempo y todavía esperaba en los tiempos de Dios. Él vivía el versículo que escribió de nuestra lectura de ayer—Salmo 130:7 “Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con Él;”


Entonces, David, sí, esperaba en Jehová. Después vemos el respeto que mostró al rey Saúl. Primero, él dudó de las noticias, no solo comenzó a alegrarse y regocijarse. ¡No! Él quería conocer los detalles de lo que había pasado, después él mató al hombre que ayudó a Saúl a morirse, aunque no había supuestamente esperanza después de su caída y atentado suicida. David lloró, se lamentó y ayunó por Saúl, Jonatán y la nación. Verdaderamente se puso triste por su rey que había muerto. 


¡Qué humildad! David esperaba los tiempos de Dios, respetaba a su líder hasta que Dios lo puso como líder y lo hizo con una actitud de humildad y siervo. 


¿Y nosotros? Muchas veces tratamos de una vez llegar hasta arriba. Pensamos que podemos hacerlo mejor, pensamos que si somos llamados entonces sabemos hacerlo mejor. No es el corazón de un líder de Dios. Un líder conforme al corazón de Dios espera en Dios, respeta a sus líderes hasta que es su tiempo de liderar y lo hace con amor, humildad y apoyo. David fue un gran líder porque sabía como seguir.


Video de hoy: https://youtu.be/GOVwarqZC0c


Leer: 2 Samuel 1-4; Proverbios 21

Comparar la historia de la muerte de Saúl de 1 Samuel 31 con lo de 2 Samuel 1.