Hablaré cosas excelentes

“Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas.”

Proverbios 8:6 


Nuestras palabras, lo que sale de nuestras bocas, deben expresar la excelencia de la sabiduría de Dios.


Este capítulo ocho, resalta eficazmente la eternidad, excelencia y orden en la sabiduría, la cual proviene de Dios. Él es quien la posee, por eso ella estaba presente en la creación y orden en la creación. Nuestro Dios, siendo Dios, usó la sabiduría por cada cosa creada, aún los detalles más pequeños han sido creados con sabiduría. 


Las cosas que nuestro Dios aborrece son esas que muchas veces salen por falta de sabiduría, “El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.” Por eso es que la necesitamos, porque no podemos vivir una vida sin gozo por falta de sabiduría. 


“Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras.” Proverbios 8:22. Nuestro Dios tenía sabiduría, tiene y tendrá, ¿por qué es tan difícil tenerla? Porque nuestro orgullo impide que nosotros la clamemos y la hagamos parte de nuestra vida cotidiana. Sin sabiduría no hay gozo, aunque lo busque o intente tenerlo, simplemente no puede disfrutarlo, porque hay maldad, soberbia, arrogancia, pensamientos malos saliendo por nuestra boca. 


Un cristiano maduro entiende que necesita la sabiduría de Dios para el día a día; sin ella, no hay orden, no hay palabras excelentes, no hay favor de Jehová, no hay gozo, y tampoco hay edificación los unos a los otros—no puede tener una buena vida. Pero en el Señor con la sabiduría de Dios, que es de Él (libre y disponible a nosotros), puede vivir una vida cristiana conforme al corazón de Dios y a Su Palabra. 


Nuestro Dios es la fuente directa de la sabiduría; pídala hoy, ande en ella y deléitese en las verdades que Dios le da hoy por medio de Su Palabra—cada día es una nueva oportunidad de hablar palabras excelentes, de andar sabiamente. 


“Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte.”

Proverbios 8:34-36 


¡Cuánta verdad en un capítulo! Dios quiere que sigamos creciendo y haciendo nuestro mejor en todo, y la sabiduría es el ingrediente secreto para disfrutar de las bendiciones de Dios. 


Leer: Proverbios 7-9 y Proverbios 5

¿Qué verdad está detrás de los que tienen su pecado oculto?