Un Dios omnipresente
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Si subiere a los cielos, allí estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,
Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día;
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Salmo 139:7-12
No puede esconder de Dios—Él está en lo más alto, bajo, extremo u oscuro que puede imaginar. Dios es omnipresente—que está presente a la vez en todas partes; un atributo solo de Dios.
La inmensidad de los cielos
• La luz tarda aproximadamente 100,000 años en cruzar de un extremo al otro de la Vía Láctea.
• El telescopio espacial Hubble ha identificado más de 2 billones de galaxias en el universo visible.
Aun así, Dios está más allá de todo eso. Dondequiera que miremos en los cielos—por más lejos o profundo que sea—Él ya está allí.
Las profundidades del mar
• El punto más profundo del océano, la Fosa de las Marianas, alcanza aproximadamente 10,994 metros de profundidad—casi 11 kilómetros bajo la superficie.
• A esa profundidad, la presión es más de 1,000 veces mayor que al nivel del mar.
• Se estima que hemos explorado menos del 5% del océano. Sigue siendo en gran parte un misterio, un mundo de sombras.
Aun en esa oscuridad desconocida, donde no llega la luz del sol—la presencia de Dios es real y activa.
No hay altura ni profundidad que nos pueda ocultar de Dios. Ya sea que te sientas perdido en el cosmos o hundido en lo más profundo, Dios te ve, te conoce y está contigo. El Salmo 139 no es solo poesía—es personal. Nos recuerda que no hay lugar demasiado lejano, oscuro o profundo para que Su amor nos alcance.
Lleve este pensamiento con usted en esta semana—no hay lugar demasiado lejano, oscuro o profundo para que el amor de Dios no le alcance. ¡Debe animar su día!
Video de hoy: https://youtu.be/lODHnBJD-i4
Leer: Salmos 131, 138-139; 143-145; Proverbios 26
¿Cuál pasaje de la lectura hoy defiende que los bebés no nacidos son humanos y especiales a Dios?