Confiando en las promesas de Dios


“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios. Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal”. Hechos 18:9-12


Uno de los grandes líderes misioneros del siglo XIX fue Hudson Taylor. Navegó por primera vez desde Inglaterra como misionero a China en 1853. Doce años después, sintió que Dios lo estaba llamando para invitar a muchos más misioneros a servir en China con él. Pero luchó mucho por esta decisión porque temía lo que sucedería si resultaba insuficiente para la obra. El conflicto interno solo creció, hasta que llegó a un punto de confianza y rendición. Taylor describió ese momento: “El domingo 25 de junio de 1865, incapaz de soportar la vista de una congregación de mil o más cristianos regocijándose en su propia seguridad, mientras millones perecían por falta de conocimiento, vagué por las arenas solo, en gran agonía espiritual; y allí el Señor venció mi incredulidad, y me entregué a Dios para este servicio. ¿Necesito decir que la paz fluyó de inmediato en mi corazón agobiado?”.

Las promesas de Dios no son dadas simplemente para admirarlas, sino para reclamaras. Tenemos una misión para alcanzar al mundo entero con el evangelio. Esta no es una tarea sencilla, y no podemos con nuestras propias fuerzas lograr lo que Dios nos ha comisionado hacer. Pero Dios no tiene la intención de que lo hagamos. Es en nuestra fe que podemos reclamar Su poder prometido para que podamos enfrentar obstáculos, desafíos y persecuciones mientras permanecemos fieles a nuestra tarea.


Principio del evangelio para ser edificado: Confíe en la promesa de Dios de estar con usted mientras testifica por Él y comparta el evangelio con alguien.


19 de abril - LEER - 1 Reyes 21-22 - 1 Reyes 21:25 nos dice por qué Acab hizo algunos de las malas cosas que hizo, ¿qué aprendemos de esta historia?