¿Qué significa ser piadoso?

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. 1 Pedro 1:13-16

Cuando la gente habla de piedad, a menudo hay mucha confusión sobre lo que significa. Algunos igualan la piedad con una forma solemne de observancia religiosa. Otros miden la piedad conforme a un código externo de conducta. Si bien la adoración genuina y la vida recta son importantes, la piedad simplemente significa que estamos viviendo como Dios dice. El rasgo que ha elegido enfatizar por encima de todos los demás es la santidad. En su visión del cielo, Isaías vio serafines de seis alas especialmente creados cuya única responsabilidad es proclamar continuamente la santidad de Dios. “Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isaías 6: 3).

Pedro escribió que debemos ser santos “en toda vuestra manera de vivir”. En otras palabras, en cada parte de nuestras vidas se supone que seamos santos. No hay área de la vida (negocios, hogar, iglesia, escuela, pasatiempos, entretenimiento o cualquier otra cosa) que no deba estar sujeta al control de Dios. Él nos llama a ser obedientes a Su Palabra y ese es el fundamento de la santidad. Cuando nuestro corazón esté en sintonía con Él como debe estar, no nos resultará gravoso renunciar a las cosas del mundo. Dios no tiene nada que ver con las cosas del mundo y nosotros tampoco deberíamos. “Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo” (Juan 8:23).

Principio del evangelio para ser edificado: Dios desarrolla la imagen de Cristo en nosotros cuando entregamos nuestras vidas en nuestras decisiones diarias de obediencia.

4 de mayo - LEER - 1 Crónicas 12-14

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