Andando con George Müller, padre de huérfanos

Hace mucho tiempo, hubo un hombre que Dios usó grandemente para mostrar Su amor a los más necesitados en Bristol, Inglaterra.


George no nació en un hogar cristiano, pero Dios utilizó muchas situaciones de su vida para que él llegara a Sus pies. Tuvo una infancia y adolescencia difícil, en la cual trató de sobresalir en la vida; sin embargo, aprendió de la peor manera; pues aprendió a hacer lo incorrecto, hasta que terminó un tiempo en una prisión local. Pero desde el momento en que George conoció al Señor, quería servirle con su vida. Él quería ser misionero, pero no fue aceptado en la agencia misionera por problemas en su salud. 


George Müller siguió determinado a servir al Señor. Él siguió aprendiendo y creciendo por medio del seminario bíblico y personas que Dios puso en su camino. Él desarrolló un profundo amor por pasar tiempo con el Señor en oración. Ahora él es conocido como un hombre de oración y fe. Se dice que George pasaba al menos tres horas cada mañana con Dios en oración; si él no hacía eso sentía que el tiempo en su día no alcanzaba. Había desarrollado una confianza tan grande con Dios que sabía que Él iba a suplir cualquier necesidad. 


Dios lo guió a abrir un orfanato en Bristol. Él oró mucho y con fe logró abrir el primer edificio del orfanato donde ayudó a miles de niños de la calle. George, con su ejemplo, les enseñaba lo que era confiar en el Señor. Su orfanato fue creciendo poco a poco y tenía ayuda de cientos de cristianos alrededor del mundo; sin embargo, no era algo que él había pedido, sino que Dios ponía la carga y el deseo de ayudar en otros por medio de las peticiones de George. 


Hubo muchas ocasiones en la que no había nada para preparar la comida, o les hacían falta suplir varias necesidades. Lo que George hacía era no preocuparse y dejar todas sus cargas en el Señor, pues él sabía que Dios las iba a suplir. Hay cientos de historias de como Dios proveyó milagrosamente. Los niños en el orfanato de Bristol y las personas que lo ayudaban podían ver de primera mano como Dios suplía grandemente y como cientos de oraciones eran contestadas cada día. 


George realmente vivía el versículo de Filipenses 4:6, "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias". Su legado más grande para los niños de Bristol y para los cristianos actuales es su maravillosa fe y confianza en el Señor. Su legado espiritual es grande y es digno de imitar. 


George Müller siguió sirviendo fielmente al Señor hasta el último día de su vida. Con su ejemplo de mostrar el amor de Dios a los más necesitados en Bristol, su forma de creer en Dios, y su fe y devoción tan profunda hicieron que este padre de huérfanos impactara sus corazones por la eternidad. Padres, imitemos su ejemplo de fe y una vida dedicada a la oración. Dios siempre cuida de nosotros, confíe en Él.


Leer: 2 Crónicas 6-7; Salmos 136; Proverbios 14

¿Por qué quiere alabar a Dios hoy? ¿Qué versículo iba a agregar personalmente a Salmo 136?