Un líder que decidió de buscar a Jehová

“Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él.” —2 Crónicas 15:2


En 2 Crónicas 15, el pueblo de Judá estaba viviendo tiempos difíciles. Había confusión, conflictos y falta de paz. Dice la Palabra: “En aquellos tiempos no hubo paz ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras”. (2 Crónicas 15:5)


El profeta Azarías, lleno del Espíritu de Dios, se presenta ante el rey Asa con un mensaje claro “Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará”. (2 Crónicas 15:2)


Asa entendió que, como líder, él debía tomar la responsabilidad de dirigir al pueblo de vuelta a Dios. ¿Qué hizo? Quitó los altares extraños y las imágenes. (v.8) Restauró el altar de Jehová. (v.8) Reunió al pueblo e hizo un pacto: “Que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma”. (2 Crónicas 15:12)


El resultado no se hizo esperar: “Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, y con trompetas y bocinas. Y todo Judá se alegró de este juramento; porque de todo su corazón juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes”. (2 Crónicas 15:14-15)


Carlos era un hombre trabajador, responsable y buen proveedor. Pero, aunque iba a la iglesia de vez en cuando, nunca había tomado en serio su papel espiritual en el hogar.


Su casa empezó a reflejarlo: discusiones constantes, desobediencia de sus hijos, falta de respeto y un ambiente de tensión. Carlos sentía que su familia se le estaba escapando de las manos.


Un domingo, sentado en la iglesia, escuchó al predicador leer: “Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él...” (2 Crónicas 15:2)


Esas palabras penetraron su corazón. Carlos entendió: “No he estado guiando espiritualmente mi hogar. No hemos estado buscando a Dios como familia”.


Ese mismo día tomó una decisión firme. Reunió a su esposa y a sus hijos y les dijo: “Hoy hacemos un cambio. En esta casa vamos a buscar a Jehová de todo corazón”.


Comenzaron pequeños pasos: lectura diaria de la Biblia en familia, orar juntos antes de cada comida y al acostarse, asistir fielmente a la iglesia, conversaciones constantes sobre cómo aplicar la Palabra de Dios en su vida diaria.


Con el tiempo, el ambiente del hogar cambió. Las discusiones disminuyeron. Volvió el respeto, el amor y la unidad. Sus hijos vieron que su papá no sólo hablaba de Dios, sino que realmente vivía para Dios.


Cuando Asa lideró a su reino a buscar a Jehová, Dios les dio paz y bendición. Cuando Carlos lideró su hogar a buscar a Jehová, Dios trajo transformación y paz a su familia.


Padres, ¿están tomando la delantera espiritual en su hogar? ¿Hay “altares extraños” en su casa? Cosas que ocupan el lugar que le pertenece a Dios: redes sociales, televisión, trabajo excesivo, distracciones, prioridades equivocadas. ¿Están enseñando con su ejemplo a buscar a Dios, o han dejado ese rol vacío?


Como Asa y Carlos, todo empieza con una decisión firme: “En este hogar buscaremos a Jehová con todo nuestro corazón y de toda nuestra alma.”


Video de hoy: https://youtu.be/Ti4dnAgTgpY


Leer: 1 Reyes 15; 2 Crónicas 13-16; Proverbios 25

¿Qué emocionas y opiniones viene a la mente cuando piensa en Asa quitando a su abuela de su posición por su idolatría?