La Fuente de Consuelo

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”. 

2 Corintios 1:3-5

Recuerdo haber asistido al funeral de un pastor grandemente usado, que había muerto de manera repentina a una temprana edad. Su muerte fue tan inesperada, y era evidente que su familia y la familia de la iglesia habían sido sacudidos por la noticia. Sin embargo, a pesar que el dolor y la tristeza eran muy reales, también hubo un espíritu de esperanza en este funeral. La gente cantó  “Grande es tu fidelidad”. Varios de los oradores, entre ellos la familia del pastor, hablaron de la importancia de confiar en Dios. Mientras hablaba con la  esposa del pastor, me dijo que estaba confiando en Dios en medio de la tormenta.

Ser un hijo de Dios no es  garantía de que no vamos a soportar sufrimiento y momentos de aflicción. Pero como hijos de Dios, tenemos una fuente de consuelo y fortaleza que el mundo no conoce. Tenemos un Dios que nos da consuelo en medio de nuestro dolor. Debido a que Jesús soportó el sufrimiento, Él conoce bien el dolor que sentimos. De hecho, la Biblia lo llama “varón de dolores, experimentado en quebranto” (Isaías 53:3).

Siempre debería ser cierto que nuestros amigos cristianos y la familia de la iglesia se reúnan alrededor nuestro durante tiempos difíciles. Pero incluso si eso no sucede y hay días oscuros en que nos sentimos como si estuviéramos solos, abandonados o desamparados, el Dios que da comodidad y paz está siempre ahí para sus hijos para ayudarles a superar los días más oscuros en los que se enfrentan.

Principio de hoy para permanecer Arraigados: Si hoy se encuentra  cargado o en duelo, vuelva hacia el Dios de toda consolación, encontrará  fortaleza y ayuda.