Un nuevo pacto en el corazón
“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”.
Jeremías 31:33
Jeremías 31 es un rayo de luz en medio de un libro lleno de advertencias y juicios. El pueblo de Israel estaba disperso, herido y con un pasado de desobediencia, pero Dios les asegura que no todo está perdido. Él promete restaurar, traer alegría en lugar de llanto y, sobre todo, establecer un nuevo pacto. Dios asegura que será el Dios de todas las familias de Israel y que las bendecirá. Habrá alegría, danzas, abundancia y seguridad. El pueblo volverá a plantar viñas y a disfrutar de sus frutos en su tierra.
Este es uno de los pasajes más importantes de toda la Biblia. Dios anuncia un nuevo pacto, diferente al que hizo con Israel cuando los sacó de Egipto. Esta vez, Su ley no estaría escrita en tablas de piedra, sino en el corazón del pueblo. Él será su Dios y ellos serán su pueblo, y todos lo conocerán personalmente. La promesa es eterna, tan firme como el orden del sol, la luna y las estrellas. ¡Tan increíble! Si usted piensa en el sistema solar, se dará cuenta de que todo tiene un orden tan firme y constante.
Este nuevo pacto no dependería de templos, sacrificios de animales o leyes escritas en piedra, sino de algo mucho más profundo: la ley de Dios escrita en el corazón. No sería una obediencia por obligación, sino una relación basada en amor y conocimiento personal de Dios. Ahora podemos gozar de esa promesa, teniendo comunión directa con nuestro Padre.
Cuando Jesús vino, cumplió esta promesa. Su sacrificio abrió la puerta para que el Espíritu Santo habite en nosotros y transforme nuestro interior. Esto significa que la verdadera fe no es solo cumplir reglas, sino que Dios mismo nos cambia desde adentro para desear lo que a Él le agrada.
En resumen, Jeremías 31 combina restauración nacional, consuelo en el dolor y una promesa espiritual que apunta al cumplimiento en Cristo y al derramamiento del Espíritu Santo, quien escribe la ley de Dios en el corazón de los creyentes.
Si usted se siente lejos de Dios, recuerde que Él es especialista en restaurar vidas rotas. Si usted ya es hijo de Dios, no tiene por qué vivir lejos de Él. Él puede restaurarle y recordarle que ¡todo es nuevo ya!
Este día no se conforme con una fe superficial. Pídale a Dios que Su Palabra sea parte de su manera de pensar, sentir y decidir. Viva con la seguridad de que Su amor es tan constante como el sol y la luna (Jer. 31:35-36).
Decida hoy permitir que Cristo moldee cada área de su vida para que sea evidente que Su ley está escrita en su corazón.
Video de hoy: https://youtu.be/CrLNQ2WQQhA
Leer: Jeremías 30–31 y Proverbios 15
El libro de Jeremías representa mucha lucha para el pueblo de Dios, pero también la gracia de Dios. ¿Qué otros libros de la Biblia conectan con Jeremías según el contexto y cumplimiento de las promesas?