La importancia de la voz que le dirige

Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.

Lamentaciones 2:14


En Lamentaciones 2:14, el lamento por la caída de Jerusalén en 586 a.C. culpa a los falsos profetas por agravar la tragedia. En lugar de confrontar el pecado del pueblo—idolatría e injusticia—y advertir del juicio divino, ofrecieron mensajes vacíos que prometían paz, llevando al cautiverio babilónico. Este verso nos desafía a discernir de dónde viene nuestra guía: ¿seguimos la verdad de la Palabra de Dios o voces que nos complacen? Como líderes, amigos o familiares, tenemos la responsabilidad de dirigir con honestidad, enfrentando el pecado con amor para evitar consecuencias devastadoras. Ignorar el mal, como los falsos profetas, lo perpetúa; hablar verdad, como Jeremías, abre el camino a la restauración. Nos llama a anclar nuestra dirección en la Biblia y actuar con valentía para prevenir el "cautiverio" en nuestras vidas y comunidades, confiando en la misericordia de Dios para sanar y redimir.


En abril de 1912, el RMS Titanic, considerado "insumergible," zarpó hacia Nueva York. A pesar de múltiples advertencias de icebergs de otros barcos, como el SS Californian, la tripulación, confiada en la tecnología y presionada por la ambición, mantuvo alta velocidad. Estos líderes, como los falsos profetas de Lamentaciones, ignoraron señales claras de peligro, ofreciendo "profecías vanas" de seguridad. El operador de radio Jack Phillips desestimó mensajes urgentes, y el capitán Edward Smith no redujo la velocidad. El 14 de abril, el Titanic chocó con un iceberg, hundiéndose en horas y causando la muerte de más de 1,500 personas. Sin embargo, hubo quienes intentaron "descubrir el pecado" del exceso de confianza: el vigía Frederick Fleet alertó del iceberg, y algunos oficiales instaron a evacuar rápidamente, salvando a 700 personas en botes salvavidas. Su esfuerzo por confrontar el peligro, aunque tardío, evitó una pérdida total. La tragedia del Titanic enseña que ignorar advertencias lleva al "cautiverio" de la tragedia, mientras que escuchar y actuar con verdad puede salvar vidas. Nos desafía a ser como los vigías fieles, atentos a las señales de Dios y valientes para advertir a otros.


Video de hoy: https://youtu.be/5HnMQoB28r8


Leer: Lamentaciones 1-2; Proverbios 25

¿Qué advertencias en tu vida estás ignorando?