Salid del medio de Babilonia

“Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová; Él le dará el pago”. Jeremías 51:6


“Salid de en medio de ella, pueblo mío, y librad cada uno su vida del ardor de la ira de Jehová”.

Jeremías 51:45


Dios claramente advierte a Su pueblo a huir de Babilonia. No podían quedarse cómodamente en un lugar donde el juicio de Dios estaba a punto de caer. En la Biblia encontramos otras ocasiones donde Dios manda a Su pueblo a salir y apartarse antes de que llegara destrucción. Lot tuvo que salir de Sodoma antes de que lloviera fuego del cielo (Génesis 19:15-17). Israel tuvo que salir de Egipto para ser un pueblo apartado y servir a Jehová (Éxodo 12:31). En Apocalipsis, Dios otra vez dice: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Apocalipsis 18:4).


El principio es claro: el pueblo de Dios no puede permanecer cómodo en el mundo cuando el juicio de Dios está sobre él. En el Nuevo Testamento, el Señor nos recuerda: “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y Yo os recibiré” (2 Corintios 6:17). Y también: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:15).


Hoy más que nunca, Dios nos llama a ser diferentes, a separarnos del pecado, de las corrientes del mundo y de aquello que contamina nuestra fe. No significa que dejamos de vivir en el mundo, pero sí que no nos conformamos a él (Romanos 12:2). El propósito de salir, huir y apartarse no es vivir aislados, sino brillar con la luz de Cristo en medio de la oscuridad.


Así como Dios llamó a Su pueblo a salir de Babilonia para librarse de Su juicio, Él también nos llama a salir espiritualmente del “mundo” y de todo aquello que ofende Su santidad. No se trata solo de evitar el mal, sino de vivir con una fe sincera y con la decisión de andar con Dios y ser fieles a Él. Si queremos impactar al mundo, debemos ser distintos del mundo. Hoy, examinemos nuestras vidas y asegurémonos de que no estamos demasiado cómodos en una “Babilonia” espiritual. Recordemos que nuestro llamado no es a mezclarnos con la oscuridad, sino a resplandecer como hijos de Dios en medio de ella.


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Leer: Jeremías 51-52

En Jeremías 51–52 vemos cómo Dios juzga a Babilonia y manda a Su pueblo a salir de en medio de ella. Hoy en día, como creyentes, también debemos apartarnos de aquello que nos contamina del mundo para poder brillar como luminares. ¿Qué es una cosa específica de la que usted necesita apartarse para brillar en vez de ser parte del mundo?