Andando con Lee Roberson

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

Filipenses 3:13-14


En un mundo donde muchos admiran a los héroes de ficción, nuestro Señor es glorificado a través de hombres de fe que anduvieron con Él y permanecieron fieles hasta el final de su carrera.


Hoy recordamos la vida de un siervo de Dios que supo andar en obediencia, tanto en tiempos de bendición como en tiempos de prueba.


Lee Roberson nació el 24 de noviembre de 1909 en Indiana, Estados Unidos. Cuando tenía 14 años asistió a la escuela dominical de la hermana Daisy Hawes, quien con fidelidad compartió el Evangelio. Dos semanas más tarde, Lee entregó su corazón a Cristo. Ese fue el inicio de una vida dedicada a andar con el Señor.


A los 18 años rindió su vida para servir a Dios en el ministerio a tiempo completo. Su anhelo era ser útil en las manos del Señor, y así llegó a pastorear tres diferentes iglesias. Dios lo usó poderosamente en cada una de ellas.


En medio de su preparación, conoció al profesor y músico Gaetano Salvatore de Luca, quien al escuchar la hermosa voz de Lee le ofreció clases y un contrato en el ámbito musical. Sin embargo, él entendió que no era ese el camino que Dios tenía preparado. Rechazó la oportunidad y decidió seguir andando en la voluntad del Señor.


El 9 de octubre de 1937 se casó con Caroline Allen. Dios les dio cuatro hijos, aunque en 1946 una de sus pequeñas, Joy, partió al cielo a la edad de nueve meses. Fue una experiencia dolorosa, pero también un punto de transformación en su ministerio. El versículo de Romanos 8:28 se convirtió en una promesa viva: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.


De esa prueba nació Camp Joy, un campamento cristiano para niños que hasta el día de hoy sigue siendo un instrumento para acercar a la niñez a la Palabra de Dios.


En 1942, Dr. Roberson fue llamado como pastor de la Highland Park Baptist Church en Chattanooga, Tennessee, donde sirvió más de 40 años. Bajo su liderazgo, la iglesia llegó a ser una de las más grandes en Estados Unidos y, con visión de fe, fundó Tennessee Temple University, institución que preparó a miles de siervos para la obra de Dios en todo el mundo. Después de su pastorado, él y su esposa se dedicaron a viajar como evangelistas, predicando y enseñando con la misma pasión que habían mostrado desde jóvenes.


El testimonio del Dr. Roberson nos recuerda que vale la pena andar con Dios en fidelidad, confiando en que aun las pruebas más dolorosas Él las convierte en bendición.


Usted también puede hacer una diferencia si decide mantenerse fiel y andar cada día con el Señor. No se trata de fama ni de logros humanos, sino de vivir para la gloria de Dios y perseverar hasta el final.


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Leer: Ezequiel 13-15; Proverbios 30

Según Ezequiel 14, ¿qué llevaban los ancianos de Israel en su corazón cuando vinieron a consultar a Dios?