Contra los filisteos

“Así ha dicho Jehová el Señor: Por lo que hicieron los filisteos con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades; por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo extiendo mi mano contra los filisteos, y cortaré a los cereteos, y destruiré el resto que queda en la costa del mar. Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga mi venganza en ellos”.

Ezequiel 25:15-17


¿Alguna vez ha sentido tanto dolor o enojo hacia alguien que le lastimó, que lo único que quería era vengarse? Somos humanos: sentimos, pensamos, hablamos y reaccionamos. A veces herimos, otras veces nos hieren. En ocasiones respondemos con bondad, pero otras veces queremos defendernos o incluso vengarnos. Todos hemos pasado por momentos difíciles: oposición del mundo, críticas de hermanos en la fe, burlas o quejas injustas.


La profecía contra los filisteos fue una venganza directa de Dios. Durante años ellos buscaron desanimar y herir al pueblo de Dios, actuando con desprecio y crueldad. Parecía que triunfaban y que su maldad llevaba ventaja, pero Dios nunca fue indiferente. Aunque Su paciencia permitía que pareciera lo contrario, en su momento Él mismo se encargó de juzgarlos.


Este pasaje nos recuerda algo muy importante: la venganza no es nuestra, sino de Dios. A su tiempo, Él actúa con justicia sobre aquellos que nos han hecho mal.


Dios se vengó de los filisteos porque cultivaron un odio constante contra Israel. Su justicia exigía poner fin a esa enemistad y mostrar que Él es Señor sobre todas las naciones. De la misma manera, hoy podemos estar seguros de que Dios no pasará por alto la injusticia.


Por eso, cualquier herida que haya sido causada contra usted no necesita ser vengada con sus propias fuerzas. Dios es nuestro Juez y Él observa. No es necesario cargar con resentimiento, odio, falta de perdón o malas intenciones.


Confíe en que todo lo que parece injusto será puesto en orden por Dios, en su tiempo perfecto. Mientras espera en su justicia, viva en paz, en perdón y en plena confianza en el Señor.


Video de hoy: https://youtu.be/r6NNF46r8XQ


Leer: Ezequiel 25–27 y Proverbios 4

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